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La cultura no es una tarea exclusiva de los responsables políticos de este ámbito, ni de las personas o grupos sociales comprometidos con el sector. Ha de formar parte del conjunto de las políticas públicas y convertirse en el referente principal de buena parte de las iniciativas privadas y de las organizaciones cívicas. Solo de esta manera se conseguirá situar a la cultura en el centro de los debates sociales. La centralidad de la cultura en el ámbito social que se expuso en el capítulo primero alcanza ahora, cuando se perfila su desarrollo en programas concretos, su significado más completo: la centralidad exige relevancia, referencia, presencia política y comunicacional, coordinación institucional y compromiso social. Hacen falta nuevos aliados que crean en la fuerza transformadora del quehacer cultural. La tarea es convencerlos, abrir cauces de participación, reforzar sus iniciativas y conseguir que merezca la pena compartir un proyecto cultural. La primera gran tarea es la convergencia de las políticas públicas y de sus instituciones en un proyecto cultural colectivo. Los municipios, las políticas de diseño de nuevos barrios o de viviendas, las instituciones relacionadas con la salud, con el medio ambiente o con la universidad, los medios de comunicación públicos, las universidades..., todos han de ser conscientes de que solo una narrativa cultural de su estar en la sociedad, de sus tareas y de sus utopías puede proyectarles hacia el futuro. El reduccionismo técnico limita la participación, la creación y la innovación. Es preciso incorporar la dimensión cultural en cada una de las instituciones sociales en consonancia con sus objetivos específicos. Es preciso también coordinar todas estas perspectivas culturales en proyectos integrados, para que así encuentren su fuerza y su capacidad de transformar la realidad y la vida de las personas. Para lograrlo, el compromiso de las ciudades es fundamental, lo que se comentará y concretará a continuación, en el programa tercero. En este marco hay que situar la necesidad de establecer nuevas y renovadas relaciones, recíprocas y dinámicas, entre la cultura, la ciencia y la tecnología, uno de los ámbitos establecidos en la Carta Cultural Iberoamericana. La importancia cada vez mayor de la ciencia y la tecnología en la economía, en la administración pública e incluso en la experiencia personal, como resultado del intenso desarrollo científico-tecnológico contemporáneo, ha hecho que la preocupación por la cultura científica y tecnológica alcance en nuestros días una gran relevancia política y social. La necesidad de promover una cultura de ciencia socialmente apropiable, y de hacerla accesible a los ciudadanos, ha creado nuevos desafíos en la sociedad del conocimiento. Distintos organismos internacionales y numerosos programas de ciencia y tecnología nacionales resaltan la importancia de contar, en un país moderno, con una población adulta capaz de entender y participar en la formulación y ejecución de políticas científicas y tecnológicas. También es importante destacar las relaciones entre cultura y medio ambiente. Ambas dimensiones son especialmente significativas para el desarrollo y la universalización de los derechos humanos, y en especial la participación, el disfrute de un ambiente saludable, el logro de un futuro sostenible para todos los pueblos y la igualdad en el acceso a los bienes y servicios culturales, haciendo ver que la universalización de los derechos humanos es tanto un requisito como un objetivo de la sustentabilidad. La segunda tarea es incorporar en el proyecto colectivo a los diferentes sectores sociales, teniendo en cuenta su diversidad organizativa y la pluralidad de sus objetivos. El denominado «tercer sector» incluye, entre otros, las organizaciones no gubernamentales (ONG), los grupos de voluntarios, las fundaciones, las iniciativas de las empresas en el ejercicio de su responsabilidad social, las redes sociales, las iniciativas comunitarias y las cooperativas culturales. Pero, además, comprende las miles de iniciativas que en los barrios, en los pueblos y en los distintos grupos sociales surgen de manera informal. Su enorme amplitud hace casi imposible su articulación ni siquiera en forma de mosaico móvil, en el que las piezas se integran solo el tiempo necesario para dejar paso a nuevas figuras. Este tercer sector desarrolla múltiples funciones en el campo de la cultura (Durán, 2007)1: participación ciudadana, producción cultural, generación de servicios culturales, comunicación, economía social e innovación en el ámbito cultural, por citar algunos de los más importantes. Su papel es imprescindible para el desarrollo de las políticas culturales. El posible acierto de este documento se va a medir por su capacidad para ilusionar y comprometer en torno a él a los millones de personas que de una u otra forma participan activamente en el campo cultural. Objetivos
Líneas de acción
1 DURÁN, S. (2007). «El tercer sector en la cultura: redes, asociaciones, organizaciones», en V V.AA., V Campus Euroamericano de Cooperación Cultural. Almada, Portugal. Madrid: OEI. Con el fin de ir construyendo la versión final de este documento es necesario que nos ofrezcan sus opiniones, sus propuestas, todas ellas serán un aporte necesario en la construcción del desarrollo de la Carta Cultural Iberoamericana entre todos. Les agradecemos mucho su colaboración en este espacio de debate y participación. Nota: Es recomendable leer el libro que hemos publicado con la propuesta Este foro es moderado y su participación será pública en pocas |
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LA IMPORTANCIA CULTURAL DE LA EDUCACIÓN NO REGLADA Una de las líneas de acción propuestas en este documento de “Ampliación de la participación de la sociedad en la acción cultural” que estamos comentando es “Apoyar la generación de una red de museos de ciencia como espacios de trabajo en investigación compartidos”. Ello ha generado algunas reacciones en apoyo del papel educativo de la generalidad de los museos. Así, Alejandro López escribe: “Las redes de museos deben reforzarse como redes generales, no únicamente para museos de ciencias”. Y Juan Carlos Gómez: “Evidentemente el patrimonio histórico de nuestras naciones recopilado por los museos requiere de un trabajo más arduo a fin construir políticas públicas en torno a la cultura y su importancia como eje fundamental en la construcción de identidad individual y social”. Estamos de acuerdo con la importancia concedida a los museos como instrumentos de puesta en valor del patrimonio histórico y natural y, sobre todo, de educación ciudadana en todos los aspectos de la cultura. Muy en particular consideramos esencial que los museos contribuyan a formar una ciudadanía consciente de los problemas a los que se enfrenta hoy la humanidad y preparada para participar en la toma de decisiones adecuadas para construir un futuro sostenible. A este respecto es preciso tener presente la dificultad de los seres humanos para tomar conciencia de la actual situación de emergencia planetaria e implicarse en la solución de los problemas, superando los comportamientos orientados por intereses particulares a corto plazo. Por esta razón, en la Segunda Cumbre de la Tierra celebrada en Johannesburgo en 2002, se comprendió la necesidad de una campaña de educación ciudadana intensa y de larga duración. Surgió así la idea de una Década de la educación por un futuro sostenible, instituida por Naciones Unidas para el periodo 2005-2014 (ver http://www.oei.es/decada), destinada a lograr la implicación de todos los educadores en la formación de una ciudadanía atenta a la situación del planeta y preparada para la necesaria toma de decisiones (Resolución 57/254 aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 20 de Diciembre de 2002). Ello compromete a los educadores de todos los niveles y contextos, tanto de la educación formal como de la no reglada (museos, prensa, TV, etc.). Para ello es necesario que los museos y grandes exposiciones dejen de ser simples exponentes propagandísticos de los avances científicos y tecnológicos e incorporen una aproximación a la naturaleza de la ciencia y, muy especialmente, a la dimensión Ciencia-Tecnología-Sociedad-Ambiente (CTSA) que enmarca su desarrollo. Se puede facilitar así la reflexión sobre los problemas a los que la humanidad ha de hacer frente hoy y en el próximo futuro. Esta es una orientación que algunos museos y exposiciones comienzan a incorporar. Pero no se trata únicamente de los museos de ciencia y tecnología: los museos etnológicos y antropológicos persiguen fundamentalmente mostrar los variados aspectos de la vida de los grupos humanos y las relaciones que entre ellos se establecen; constituyen, pues, una ocasión idónea para poner de manifiesto la vinculación de los problemas locales que afectan a un grupo humano concreto con los globales a los que ha de hacer frente la humanidad en su conjunto. Señalemos, por último, que la justificada atención a los museos en este documento de “Ampliación de la participación de la sociedad en la acción cultural” contrasta con la inexplicable ausencia de referencias a la prensa y otros medios de comunicación, cuyo papel educativo resulta tanto o más esencial. Esto es algo que debería ser corregido, procediéndose a analizar la situación existente y a enunciar propuestas fundamentadas de mejora para que los medios de comunicación contribuyan realmente a la educación ciudadana. |
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LA CULTURA DE LA SOSTENIBILIDAD EXIGE UN PLANTEAMIENTO HOLÍSTICO V 5. Algunas implicaciones del carácter holístico de la sostenibilidad
Por su extensión hemos puesto en 5 parte este aporte |
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LA CULTURA DE LA SOSTENIBILIDAD EXIGE UN PLANTEAMIENTO HOLÍSTICO IV 4. Cultura de la sostenibilidad y Derechos Humanos El logro de la sostenibilidad aparece hoy indisolublemente asociado a la necesidad de universalización y ampliación de los derechos humanos. Somos conscientes, sin embargo, de que esta vinculación tan directa entre superación de los problemas que amenazan la supervivencia de la vida en el planeta y la universalización de los derechos humanos dista mucho de ser plenamente comprendida y aceptada. Conviene, por ello, detenerse mínimamente en lo que se entiende hoy por Derechos Humanos, un concepto que ha ido ampliándose hasta contemplar tres “generaciones” de derechos vinculados estrechamente que constituyen, como hemos señalado, requisitos básicos de un desarrollo sostenible, de una cultura de la sostenibilidad que permita hacer frente a la actual situación de emergencia planetaria. Podemos referirnos, en primer lugar, a los Derechos Democráticos, civiles y políticos (de opinión, reunión, asociación…) para todos, sin limitaciones de origen étnico o de género, que constituyen una condición sine qua non para la participación ciudadana en la toma de decisiones que afectan al presente y futuro de la sociedad. Se conocen hoy como “Derechos humanos de primera generación”, por ser los primeros que fueron reivindicados y conseguidos (no sin conflictos) en un número creciente de países. No debe olvidarse, a este respecto, que los “Droits de l’Homme” de la Revolución Francesa, por citar un ejemplo ilustre, excluían explícitamente a las mujeres, que sólo consiguieron el derecho al voto en Francia tras la Segunda Guerra Mundial. Ni tampoco debemos olvidar que en muchos lugares de la Tierra esos derechos básicos siguen siendo sistemáticamente conculcados cada día. Amartya Sen, en su libro Desarrollo y Libertad, concibe el desarrollo de los pueblos como un proceso de expansión de las libertades reales de las que disfrutan los individuos, alejándose de una visión que asocia el desarrollo con el simple crecimiento del PIB, las rentas personales, la industrialización o los avances tecnológicos. La expansión de las libertades es, pues, tanto un fin primordial del desarrollo como su medio principal y constituye un pilar fundamental para abordar la problemática de la sostenibilidad. Como señala Sen, “El desarrollo de la democracia es, sin duda, una aportación notable del siglo XX. Pero su aceptación como norma se ha extendido mucho más que su ejercicio en la práctica (...) Hemos recorrido la mitad del camino, pero el nuevo siglo deberá completar la tarea”. Si queremos avanzar hacia la sostenibilidad de las sociedades, hacia el logro de una democracia planetaria o cosmopolita, será necesario reconocer y garantizar otros derechos, además de los civiles y políticos, que aunque constituyen un requisito imprescindible son insuficientes. Nos referimos a la necesidad de contemplar también la universalización de los derechos económicos, sociales y culturales, o “Derechos humanos de segunda generación”. El conjunto de estos derechos de segunda generación aparece como un requisito y, a la vez, como un objetivo del desarrollo sostenible: ¿se puede exigir a alguien, por ejemplo, que no contribuya a esquilmar un banco de pesca si ése es su único recurso para alimentar su familia? No es concebible tampoco, por citar otro ejemplo, la interrupción de la explosión demográfica sin el reconocimiento del derecho a la planificación familiar y al libre disfrute de la sexualidad desligada de su función reproductora. Y ello remite, a su vez, al derecho a la educación. Como afirma Mayor Zaragoza, una educación generalizada “es lo único que permitiría reducir, fuera cual fuera el contexto religioso o ideológico, el incremento de población”. En definitiva, la preservación sostenible de la especie humana en nuestro planeta exige la libre participación de la ciudadanía en la toma de decisiones (lo que supone la universalización de los Derechos humanos de primera generación) y la satisfacción de sus necesidades básicas (Derechos de segunda generación). Pero esta preservación aparece hoy como un derecho en sí mismo, como parte de los llamados Derechos humanos de tercera generación, que se califican como derechos de solidaridad y que incluyen, de forma destacada, el derecho a un ambiente saludable, a la paz y al desarrollo para todos los pueblos y para las generaciones futuras, integrando en éste último la dimensión cultural que supone el derecho al patrimonio común de la humanidad. Se trata, pues, de derechos que incorporan explícitamente el objetivo de un desarrollo sostenible. Conviene, para finalizar este apartado, referirse a la Carta cuando señala que “la cultura se debe ejercer y desarrollar en un marco de libertad y justicia, reconocimiento y protección de los derechos humanos, y de que el ejercicio y el disfrute de las manifestaciones y expresiones culturales, deben ser entendidos como derechos de carácter fundamental”. |
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LA CULTURA DE LA SOSTENIBILIDAD EXIGE UN PLANTEAMIENTO HOLÍSTICO III 3. Cultura de la Sostenibilidad y Educación La situación de emergencia planetaria aparece asociada, como ya hemos señalado, a comportamientos individuales y colectivos orientados a la búsqueda de beneficios particulares y a corto plazo, sin atender a sus consecuencias para los demás o para las futuras generaciones. Un comportamiento fruto, en buena medida, de la costumbre de centrar la atención en lo más próximo, espacial y temporalmente. Es preciso, por ello, asumir un compromiso para que toda la educación de los países de la región, tanto formal (desde la escuela primaria a la universidad) como informal (museos, medios de comunicación...), preste sistemáticamente atención a la situación del mundo, con el fin de proporcionar una percepción correcta de los problemas y de fomentar actitudes y comportamientos favorables para el logro de un futuro sostenible. Se trata, en definitiva, de contribuir a formar ciudadanas y ciudadanos conscientes de la gravedad y del carácter global de los problemas y preparados para participar en la toma de decisiones adecuadas, promoviendo entre otros:
El apartado de Cultura y Educación de la Carta habrá de desarrollar con detalle el papel de la educación para una cultura de la sostenibilidad, conectando con la “Década de la educación por un futuro sostenible”, instituida por Naciones Unidas para el período 2005-2014 e impulsando la incorporación destacada de la educación para la sostenibilidad en la ambiciosa propuesta para la región “Metas Educativas 2021: la educación que queremos para la generación de los Bicentenarios”. No podemos aquí, por razones de espacio, referirnos a la vinculación de la cultura de la sostenibilidad con otras dimensiones contempladas en la Carta, como la Comunicación (que puede contemplarse como una forma de educación no reglada, esencial para la transmisión de valores), el Turismo (una de las mayores industrias mundiales y una de las que más afecta al medio ambiente, que es preciso asociar al consumo responsable) o el Patrimonio Cultural y las Culturas tradicionales (componentes esenciales de la diversidad cultural, puesta de manifiesto en Iberoamérica a través de la originalidad y la pluralidad de las identidades que caracterizan a los grupos y las sociedades que la componen). Terminaremos, pues, refiriéndonos a la universalización de los Derechos Humanos como piedra angular de la cultura de la sostenibilidad. |
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LA CULTURA DE LA SOSTENIBILIDAD EXIGE UN PLANTEAMIENTO HOLÍSTICO II 2. Cultura de la sostenibilidad, Ciencia y Tecnología Existe, por supuesto, un consenso general acerca de la necesidad de dirigir los esfuerzos de la investigación e innovación hacia el logro de tecnologías favorecedoras de un desarrollo sostenible, incluyendo desde la búsqueda de nuevas fuentes de energía al incremento de la eficacia en la obtención de alimentos, pasando por la prevención de enfermedades y catástrofes, el logro de una maternidad y paternidad responsables o la disminución y tratamiento de residuos, el diseño de un transporte de impacto reducido, etc. Esfuerzos que ya han comenzado en algunos países del ámbito Iberoamericano y de otras regiones del planeta y que deberán extenderse mediante mecanismos de cooperación y solidaridad. Es preciso, sin embargo, analizar con cuidado –y en primer lugar, desde la propia ciencia y con criterios científicos- las medidas tecnocientíficas propuestas y sus posibles riesgos, para que las aparentes soluciones no generen problemas más graves, como ha sucedido ya tantas veces; se requiere aplicar sistemáticamente el Principio de Precaución, para evitar la aplicación apresurada de una tecnología, cuando aún no se han investigado suficientemente sus posibles repercusiones. Se trata, pues, de superar la búsqueda de beneficios particulares a corto plazo que ha caracterizado, a menudo, el desarrollo tecnocientífico, y potenciar tecnologías que prioricen necesidades básicas susceptibles de favorecer un desarrollo sostenible que tenga en cuenta, a la vez, la dimensión local y global de los problemas socioambientales a los que nos enfrentamos. Terminaremos este apartado insistiendo en algo fundamental: la solución de los problemas requiere del trabajo de científicos y tecnólogos, pero no puede descargarse exclusivamente sobre la comunidad científica. Es preciso recordar que la solución de problemas como el envenenamiento ambiental provocado por el DDT y otros contaminantes orgánicos permanentes, o la destrucción de la capa de ozono debida al uso de compuestos fluorclorocarbonados en refrigeración, propelentes, etc., se logró gracias a la confluencia del trabajo de los científicos con el de sectores de ciudadanas y ciudadanos sensibles a sus llamadas de atención y argumentos que amplificaron ante los responsables políticos hasta lograr la adopción de medidas fundamentadas. Se trata de una convergencia entre trabajo científico y activismo ciudadano ilustrado (es decir, basado en el conocimiento) que debemos favorecer ahora en la lucha, muy particularmente, contra el cambio climático y que plantea la necesidad de la educación ciudadana para la participación en la toma de decisiones. Conviene insistir en que en los ejemplos mencionados y otros, el papel de la ciudadanía alfabetizada científicamente no ha sido oponerse o “controlar” a la ciencia, sino ser sensible a las argumentaciones científicamente fundamentadas y reclamar la atención social hacia las mismas. No se trata de una oposición entre ciencia y sociedad, sino entre quienes defienden intereses particulares a corto plazo y quienes anteponen, con fundamentación científica, el interés general. Por otra parte, esta participación de la ciudadanía en la toma de decisiones no supone ninguna rémora para el desarrollo de la investigación, ni para la introducción de innovaciones para las que existan razonables garantías de seguridad. De hecho la opinión pública no se opone, por ejemplo, a la investigación con células madre embrionarias. Muy al contrario, está apoyando a la mayoría de la comunidad científica que reclama se levante la prohibición introducida en algunos países debido a la presión de grupos ideológicos fundamentalistas. |
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LA CULTURA DE LA SOSTENIBILIDAD EXIGE UN PLANTEAMIENTO HOLÍSTICO I Como señalábamos en nuestro comentario anterior, un planteamiento adecuado de la cultura de la sostenibilidad exige un tratamiento holístico, que muestre las vinculaciones entre ambiente y el resto de las dimensiones culturales. Procederemos seguidamente a una somera revisión de algunas de estas vinculaciones. 1. Cultura de la sostenibilidad y Economía Conviene recordar, en primer lugar, que desde la segunda mitad del siglo XX se ha producido un crecimiento económico global sin precedentes. Y cabe reconocer que este extraordinario crecimiento produjo importantes avances sociales en algunas partes del planeta. Baste señalar que la esperanza de vida en el mundo pasó de 47 años en 1950 a 64 años en 1995. Ésa es una de las razones, sin duda, por la que la mayoría de los responsables políticos, movimientos sindicales, etc., parecen apostar por la continuación de ese crecimiento. Una mejor dieta alimenticia, por ejemplo, se logró aumentando la producción agrícola, las capturas pesqueras, etc. Y los mayores niveles de alfabetización, por poner otro ejemplo, estuvieron acompañados, entre otros factores, por la multiplicación del consumo de papel y, por tanto, de madera… Éstas y otras mejoras han exigido, en definitiva, un enorme crecimiento económico, pese a estar lejos de haber alcanzado a la mayoría de la población. ¿Podemos apostar, pues, como algunos hacen, por un crecimiento económico, continuado y sostenible? Hoy sabemos que, mientras los indicadores económicos como la producción o la inversión han sido, durante años, sistemáticamente positivos, los indicadores ambientales resultaban cada vez más negativos, mostrando una contaminación sin fronteras y un cambio climático que degradan los ecosistemas y amenazan la biodiversidad y la propia supervivencia de la especie humana. Y pronto estudios como los de Meadows sobre “Los límites del crecimiento” establecieron la estrecha vinculación entre ambos indicadores, mostrando que, a nivel global, estamos consumiendo más recursos y generando más residuos de los que el planeta puede generar y admitir. No es posible, pues, seguir “externalizando” los costes ambientales, es decir, no tomando medidas para evitar la degradación ambiental; ello favorece el beneficio económico a muy corto plazo, pero supone un grave atentado al bien común: si la economía mundial tal como está estructurada actualmente continúa su expansión, destruirá el sistema físico sobre el que se sustenta y se hundirá. Se hace necesario, a este respecto, distinguir entre crecimiento y desarrollo. Como explica el economista Herman Daly “el crecimiento es incremento cuantitativo de la escala física; desarrollo, la mejora cualitativa o el despliegue de potencialidades (…) Puesto que la economía humana es un subsistema de un ecosistema global que no crece, aunque se desarrolle, está claro que el crecimiento de la economía no es sostenible en un período largo de tiempo”. Ello lleva al sociólogo Anthony Giddens a afirmar: "La sostenibilidad ambiental requiere, pues, que se produzca una discontinuidad: de una sociedad para la cual la condición normal de salud ha sido el crecimiento de la producción y del consumo material se ha de pasar a una sociedad capaz de desarrollarse disminuyéndolos". Disminuyéndolos a nivel planetario, por supuesto, porque será necesario superar los desequilibrios insostenibles que separan el mundo consumista y el de la pobreza extrema. La grave crisis financiera y económica que el conjunto del planeta esta viviendo actualmente aparece como una seria advertencia de la necesidad y urgencia de medidas para impulsar un desarrollo auténticamente sostenible, una economía verde y solidaria, fuente de empleos verdes -asociados a recursos de energía limpios y renovables y a una tecnociencia favorecedora de la sostenibilidad- que desplace a la economía “marrón”, basada en el uso de combustibles fósiles. Por supuesto estas medidas, que exigen importantes inversiones en I+D, tienen un elevado coste económico, pero como ha mostrado el Informe Stern, así como otros estudios de conclusiones concordantes, si no se actúa con celeridad el proceso de degradación provocará una grave recesión económica mucho más costosa, con secuelas ambientales irreversibles que pueden dar lugar al colapso de nuestra especie. Podemos resumir este apartado señalando que el fomento de la cultura de la sostenibilidad precisa una clara distinción entre crecimiento y desarrollo, saliendo al paso de una frecuente confusión entre ambos que está en la base del rechazo de algunos al concepto de “Desarrollo sostenible”. Y tiene serias implicaciones económicas y tecnocientíficas necesarias para hacer posible el paso de una economía marrón a una economía verde. Nos referiremos seguidamente a estas medidas tecnocientíficas que, junto a las medidas educativas y políticas, deberán jugar un relevante papel en la construcción de un futuro sostenible. |
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El desarrollo de la Carta Cultural Iberoamericana hace numerosas referencias, como no podía ser de otra forma, a la cultura musical. Nos ha extrañado por ello que en este documento de “Ampliación de la participación de la sociedad en la acción cultural” no haya referencia alguna a la misma ni a otras dimensiones culturales, centrándose la casi totalidad de las referencias concretas a la cultura científica y tecnológica. Incluso cuando se habla de museos solo se mencionan los de ciencias. Pensamos que se trata de algo a revisar. |
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FOMENTO DE LA CULTURA DE SUSTENTABILIDAD El “logro de un futuro sostenible para todos los pueblos” aparece, en este documento “Ampliación de la participación de la sociedad en la acción cultural” que estamos comentando, como objetivo clave al plantear las relaciones entre cultura y medio ambiente. Ello exige abordar con un cierto detenimiento el concepto de sostenibilidad. La sustentabilidad o sostenibilidad constituye, como ha expresado el biólogo norteamericano Richard Bybee, "la idea central unificadora más necesaria en este momento de la historia de la humanidad", aunque se abre paso con dificultad y ha generado incomprensiones y críticas que es preciso analizar para el fomento de la cultura de la sostenibilidad y hacer posible la implicación ciudadana en la construcción de un futuro sostenible. El concepto de sostenibilidad surge por vía negativa, como resultado de los análisis de la situación del mundo, que puede describirse como una “emergencia planetaria”, es decir, como una situación insostenible, marcada por toda una serie de problemas socioambientales estrechamente relacionados y que se potencian mutuamente, como: un crecimiento económico insostenible guiado por intereses a corto plazo, que se traduce en contaminación, degradación de todos los ecosistemas y en un peligroso cambio climático; el crecimiento incontrolado de la población mundial, por encima de la capacidad de carga del planeta y que se acompaña de una urbanización creciente y desordenada de efectos devastadores (alta contaminación, destrucción de suelos fértiles…), como puede apreciarse en las mega-polis de la región; el agotamiento de recursos vitales; la pérdida de diversidad biológica y cultural; desequilibrios insostenibles, con una quinta parte de la humanidad que consume en exceso y otra quinta parte que sufre una pobreza extrema; conflictos destructivos asociados a dichos desequilibrios, etc. De estos problemas estrechamente interconectados queremos resaltar en primer lugar, dado el tema que nos ocupa, la acelerada pérdida de biodiversidad que está teniendo lugar en la región y en el conjunto del planeta, pues estamos asistiendo a una masiva extinción que pone en peligro la supervivencia de la propia especie humana. Dependemos por completo de las plantas, animales, hongos y microorganismos que comparten el planeta con nosotros, pero movidos por intereses a corto plazo estamos destruyendo los bosques y selvas, los lagos…, sin comprender que es la variedad de ambientes lo que mantiene la biodiversidad y que las deforestaciones masivas e insostenibles, como las que se vienen dando en la región Iberoamericana, privan de su hábitat a innumerables especies. Estamos, además, envenenando suelos, aguas y aire haciendo desaparecer con plaguicidas y herbicidas miles de especies. Es urgente, pues, poner fin al conjunto de problemas que está provocando la degradación del planeta, contribuyendo así a salvaguardar la biodiversidad y evitar la extinción de especies con medidas que salgan al paso de estos problemas y, en particular, planes de acción en la región encaminados a proteger los hábitats y las diferentes especies de fauna y flora. Se precisan iniciativas, a nivel regional y planetario, de protección y un uso sostenible de la biodiversidad, de los valores ambientales. La apuesta por la biodiversidad no es una opción entre otras, es la única opción. Y solidariamente con ello es preciso proteger la riqueza que representa la diversidad cultural de la región Iberoamericana. Como se señala en la Carta Cultural Iberoamericana, disponemos de una cultura que es “diversa, plural, universalmente difundida y que representa una singular expresión de los pueblos y está dotada de una gran riqueza cultural, una de cuyas manifestaciones más significativas son las lenguas y sus transformaciones producto de una multiplicidad de aportes interculturales”. De ahí la importancia del avance en la dignificación de los pueblos indígenas, por lo que la recuperación y preservación de sus lenguas supone un “factor de fortalecimiento de sus identidades”. Precisamos, en definitiva, legislaciones nacionales y convenios y acuerdos internacionales de protección de ecosistemas y especies de fauna y flora, así como estrategias e instrumentos que hagan posible la conservación de los valores culturales (ambientales, paisajísticos…) de las innumerables zonas que lo merecen. Afortunadamente, frente a la gravedad de los problemas citados, existe el convencimiento, avalado por las aportaciones de numerosos expertos e instituciones, como el IPCC (Panel Intergubernamental del Cambio Climático), de que todavía es posible hacer frente a esta situación, si se adoptan con urgencia el conjunto de medidas adecuadas (tecnocientíficas, educativas y políticas), lo que a su vez exige la creación de un clima social capaz de comprender, aceptar e impulsar dichas medidas. Se comprende así la importancia que debe concederse al fomento de la cultura de la sostenibilidad como elemento clave de la Carta Cultural Iberoamericana. Ello exige, insistimos, salir al paso de las incomprensiones, usos inapropiados y críticas injustificadas en torno al concepto de sostenibilidad y, más precisamente, de desarrollo sostenible o sustentable, introducido por la CMMAD (Comisión Mundial del Medio Ambiente y del Desarrollo) en el libro Nuestro futuro Común: “El desarrollo sostenible es el desarrollo que satisface las necesidades de la generación presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades”. Una primera crítica de las muchas que ha recibido la definición de la CMMAD es que el concepto de desarrollo sostenible apenas sería la expresión de una idea de sentido común de la que aparecen indicios en numerosas civilizaciones primitivas que han intuido la necesidad de preservar los recursos para las generaciones futuras. Es preciso, sin embargo, rechazar contundentemente esta crítica y dejar bien claro que se trata de un concepto absolutamente nuevo, que supone haber comprendido que el mundo no es tan ancho e ilimitado como habíamos creído. Una idea reciente que avanza con mucha dificultad, porque los signos de degradación han sido hasta recientemente poco visibles y porque en ciertas partes del mundo los seres humanos hemos visto mejorados notablemente nuestro nivel y calidad de vida en muy pocas décadas. La supeditación de la naturaleza a las necesidades y deseos de los seres humanos ha sido visto siempre como signo distintivo de sociedades avanzadas. Ni siquiera se planteaba como supeditación: la naturaleza era prácticamente ilimitada y podíamos centrar la atención en nuestras necesidades sin preocuparnos por las consecuencias ambientales y para nuestro propio futuro. Después han venido las señales de alarma de los científicos, los estudios de organismos internacionales… pero todo eso no ha calado todavía suficientemente en la población, ni siquiera en los responsables políticos, ni en los educadores, ni en quienes planifican y dirigen el desarrollo industrial o la producción agrícola… La idea de insostenibilidad del actual desarrollo es, pues, reciente y ha constituido una sorpresa para la mayoría. Y es nueva en otro sentido aún más profundo: se ha comprendido que la sostenibilidad exige planteamientos holísticos, globales; exige tomar en consideración la totalidad de problemas interconectados a los que la humanidad ha de hacer frente y que sólo es posible a escala planetaria, porque los problemas son planetarios o, si se prefiere, glocales (a la vez globales y locales). Así pues, un planteamiento adecuado de la cultura de la sostenibilidad exige un tratamiento holístico, mostrando también las vinculaciones entre ambiente y el resto de las dimensiones culturales (economía, tecnociencia, educación y, muy en particular, Derechos Humanos). En un próximo comentario procederemos a una somera revisión de estas vinculaciones y a derivar algunas recomendaciones. |
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en respuesta a Juan Carlos Gómez: Hola a tod@s. Estimado Juan Carlos, comparto plenamente vuestras expresiones como todo lo expresado por los participantes. Me tomo el atrevimiento de transcribir "La cultura es nuestra carta de navegación en un mundo que requiere cada vez mayor reconocimiento de sus raíces como elementos simbólicos de construcción de identidades y formas de reconocimiento humano" (JCGómez) me gustó mucho y creo que es precisamente esto lo buscado por medio de la Carta de cara a las Metas Educativas 2021. |
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Cultura y ambiente: contra los reduccionismos y los tratamientos inconexos Con un cierto retraso, pero con verdadero interés, nos incorporamos a este foro que plantea un conjunto de cuestiones relevantes y estrechamente vinculadas que iremos glosando en sucesivos comentarios para evitar textos excesivamente extensos. En este queremos saludar la importancia que se concede a “destacar las relaciones entre cultura y medio ambiente”. En efecto, hablar de Cultura y Ambiente no constituye un intento de conectar problemáticas separadas, sino el reconocimiento de su estrecha vinculación y la necesidad de salir al paso de un doble reduccionismo bastante común: • El reduccionismo de limitar lo cultural a la Literatura, la Música, la Pintura… dejando fuera aspectos como la Ciencia, la Tecnología, la Economía, los Derechos Humanos… o el Ambiente que aquí nos ocupa. Baste decir que hoy todos los paisajes, todos los ecosistemas, son productos culturales, son formas de cultura, porque todos han experimentado la acción de los seres humanos y, lo que todavía es más importante, todos dependen hoy de esa acción. Ésa es la razón por la cual La Carta Cultural Iberoamericana encarga al ámbito de Cultura y Ambiente la “promoción del valor del ambiente como parte integrante del patrimonio cultural”. Un encargo en el que subyace el reconocimiento implícito de que estos planteamientos no son todavía compartidos por la generalidad de la ciudadanía y demandan un esfuerzo educativo. • El reduccionismo de dejar fuera de lo ambiental a los procesos sociales, como si los seres humanos no formáramos parte del ambiente, interaccionando con otras especies y el medio físico. Como si la protección y defensa del medio y de la biodiversidad no debieran de extenderse a la defensa de la diversidad cultural. El escritor Amin Maaluf ha planteado muy claramente esta extensión: "¿Por qué habríamos de preocuparnos menos por la diversidad de culturas humanas que por la diversidad de especies animales o vegetales? Ese deseo nuestro, tan legítimo, de conservar el entorno natural, ¿no deberíamos extenderlo también al entorno humano?". La conclusión es clara: en palabras del ecólogo Ramón Folch, la diversidad cultural “también es una dimensión de la biodiversidad, aunque en su vertiente sociológica, que es el flanco más característico y singular de la especie humana”. En este ámbito de Cultura y ambiente debemos destacar, como es lógico, la importancia de la biodiversidad, que es, como afirma el Convenio sobre la Diversidad Biológica, “de valor inestimable para las generaciones presentes y futuras” e imprescindible para la evolución y el mantenimiento de los sistemas necesarios para la vida en la biosfera. Pero es preciso tener presente que, como señala ese mismo Convenio, dicha conservación depende estrechamente de los conocimientos tradicionales y de la diversidad cultural en general. Así pues, la conservación y el uso sostenible de la diversidad biológica en Iberoamérica –fundamental para el desarrollo económico y social de la región- han de tomar en consideración estas estrechas relaciones, plenamente reconocidas por la comunidad internacional en este Convenio. Vemos aquí una primera razón para la recomendación que se realiza en la carta de “coordinación de medidas de protección y valorización del patrimonio ambiental y del patrimonio cultural”. Debemos saludar, pues, como algo positivo y necesario, el planteamiento de la Carta Cultural Iberoamericana al contribuir a la consolidación del amplio espacio cultural iberoamericano incorporando como agentes y productos culturales -junto a la creación Artística y Literaria- la Ciencia y Tecnología, la Educación, la Economía, la Comunicación, el Turismo, los Derechos Humanos o el Ambiente. Positivo y necesario porque todos estos ámbitos están estrechamente vinculados, de forma que es poco lo puede hacerse en cualquiera de ellos si se ignoran sus vinculaciones con el resto de los mismos. ¿Se puede concebir, por ejemplo, el logro de unos Derechos Humanos Universales sin tener en cuenta la problemática ambiental? ¿Acaso el derecho a la vida no exige un ambiente saludable? Pero este reconocimiento del ambiente como dimensión cultural no puede quedar en algo puramente teórico sino que ha de traducirse en una toma en consideración real de las estrechas vinculaciones entre las distintas dimensiones de la cultura para el mejor planteamiento de cada una de ellas y de su conjunto y en propuestas que ayuden a su comprensión y promoción. Esa necesidad aparece aún con mayor claridad cuando se considera el Fomento de la cultura de la sustentabilidad, que la Carta ha incorporado en este apartado de Cultura y Ambiente, pero que, como intentaremos mostrar en un próximo comentario, debe impregnar todas las dimensiones de la cultura. |
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Evidentemente el patrimonio histórico de nuestras naciones recopilado por los museos requiere de un trabajo más arduo a fin construir políticas públicas en torno a la cultura y su importancia como eje fundamental en la construcción de identidad individual y social. Pensarnos como pueblos y como naciones sin lugar a dudas requiere de este tipo de iniciativas como la presentada en la Carta Cultural Iberoamericana y no sólo porque se requieran estrategias para el cuidado del patrimonio o para la atracción del turismo que son fundamentales sino, desde mi punto de vista, como mecanismo indispensable para preservar nuestras raíces, sentirnos identificados con el mundo y sus necesidades pero también como herramienta para comprender la significación que como seres humanos hemos pactado para la construcción precisamente de esa entidad que llamamos cultura. De esta manera, considero que parte de la tarea que tienen las escuelas y universidades es realizar actividades previas a grupos de estudiantes para fortalecer más las visitas a los museos de las ciudades o de las regiones, establecer itinerarios llenando formularios sobre aspectos como: administración, formas de financiamiento, equipo de trabajo, ubicación, detalles arquitectónicos, señalización, información, formas expositivas, esto con el fin de reconocer no sólo el patrimonio cultural que encierra y muestra los museos sino también reconocerlos como escenarios culturales y como proyectos educativos. Muchos de los niños, niñas y jóvenes de mi país Colombia en ocasiones no cuentan con los recursos para acceder a este tipo de espacios pero en otras aun cuando se establecen mecanismos para incentivar las visitas (ej. A finales de mes todos los museos son gratuitos así como algunas salas de teatro) no existe en hábito por parte de los padres y nuestros estudiantes por visitarlos y recorrerlos, de esta manera, la tarea nuevamente queda en manos de las escuelas y no es desconocido para nadie que éstas no cuentan con los recursos económicos necesarios para movilizar un número tan alto de estudiantes. No deja de preocupar que un porcentaje significativo de museos y salas de teatro abran sus puertas gracias al esfuerzo de muchas personas que han querido contribuir a la memoria y a la cultura de su pueblo o ciudad, pero que han sufrido en ocasiones las permanentes críticas y acosos por parte del poder político. Celebro esta iniciativa ya que la cultura debe convertirse en política pública permanente recibiendo la financiación que requiera y sin la tarea de hacer “lobby” para conseguir recursos y/o de planear proyectos y convenios que posibiliten ir más allá de la simple sobrevivencia. La cultura es nuestra carta de navegación en un mundo que requiere cada vez mayor reconocimiento de sus raíces como elementos simbólicos de construcción de identidades y formas de reconocimiento humano. Juan Carlos Gómez Colombia |
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La cooperación y vinculación entre los diferentes sectores de la Sociedad deben ser una realidad en el sentido de encontrar en los objetivos y líneas de acción la solución en cuanto a la difusion de la cultura. Las políticas públicas son importantes, pero lo es más que todos los integrantes de la sociedad puedan participar con voz, que se sienta como esa necesidad de Ser, ante todo en la Sociedad del Conocimiento. Difusión y participación es lo que requerimos para poder crecer en todos los sentidos y ser una Sociedad cada vez más dinámica y diversa, el verdadero reto es atreverse a participar y sentirse incluido en todos los aspectos. Finalmente la cuestión ambiental será la beneficiada, un pueblo culto siempre cuidará su entorno. |
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La cultura de las naciones siempre ha sido una responsabilidad compartida entre los individuos que la conforman y de sus autoridades pùblicas; que quiero decir; bueno a pocos dìas en mi paìs se ha desarrollado un sin fin de actividades culturales, sin embargo esta tan caro accesar a estas sesiones de espacios culturales, que solo unos pocos lo pueden hacer. saludos cordiales Emilio Moreno Cabral |
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No hay discurso sin nuestra voz En este espacio expreso mi adhesión a la totalidad de los Principios explicitados en la Carta Cultural Iberoamericana destacando que el concepto Cultura requiere más precisión. ¿Qué quiero decir con esto? Pienso que la conceptualización de la Cultura exige un mayor acercamiento a las Ciencias Antropológica para un abordaje distante del sesgo que pueden imprimirle visiones sociológica economicistas centradas en la globalidad y homogeneización de los pueblos enmascarada pero no intencional en un discurso de la igualdad en la diversidad. No debemos hacerlo un slog, sino una realidad que sólo es posible con un plan establecido. Atender lo individual en los múltiple, apostar a la construcción de un sujeto colectivo como ciudadanos responsables. Sí, PARTICIPANTES, PENSADORES CREATIVOS Y HACEDORES en el cuidado del ambiente,el patrimonio en todas sus manifestaciones, la diversidad y multiplicidad de lenguas. Actuar todos, con todos y para todos en el desarrollo del sujeto pleno. Hacer posible el camino de las recomendaciones requiere un desafío guiado por principios fundamentales del ser humano, una profunda esperanza y deseo que el "Otro" sea un NosOtros. Me tomo el atrevimiento de dejarles la transcripción de unas líneas para mi significativas a modo de GPS para el camino desconocido, se trata de Paulo Freire "A conciência do mundo e a concienciència de si como ser inacabado necessariamente inscrevem o ser consciente de sua inconclusao num permanente movimiento de busca. Na verdade,seria uma contradiçao se, inacabado e consciente do inacabamento, o ser humano nao se inserisse em tal movimiento. Ë neste sentido que, para mulheres e homens, estar no mundo necessariamente significa estar com mundo e como os outros. Estar no munod sem fazer história, sem por ela ser feito, sem fazer cultura, sem "tratar" sua propia presença no munod, sem fazer ciência, ou teologia, sem assombro em face do mistério, sem aprender, sem ensinar, sem ideias de formação, sem politizar não é possíbel" (Pedagogía de la Autonomía,2010:56-579 Nos leemos. |
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El centralismo de la cultura científica es tal que el enfoque hacia el compromiso social es vista como una innovación no necesaria por lo que es indispensable que salga del ámbito eminentemente científico al cotidiano pero a la vez continuar regido por el quehacer de los científicos ¿Cómo lograrlo? "consiguiendo que merezca la pena compartir un proyecto de cultura científica cotidiana" |
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La cultura de un país, depende del conjunto de políticas gubernametales y son el referente para que las entidades públicas y privadas, la sociedad, las familias y los ciudadanos y ciudadanas, ubiquen a la cultura en el eje del debate político-socio-cultural. Convertir a la cultura como el centro de este debate, es una complicada y gran tarea, y maestros y maestras tenemos que iniciar ya a hacer camino para abrir "el cauce de participación", los niños y jóvenes, que son los constructores del mañana, están cerca de nosotros y conocemos que la mística de maestros ha logrado cambios trascendentales. |
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Definitivamente la cultura científica es de suma importancia, al igual que el resto de los componentes educativos a considerar: la parte humanística y tecnológica. En el caso de Panamá se ha visto seriamente afectado desde que en bachilleratos como comercio y humanidades se elimina por completo las materias de ciencias, y la matemática es tan elemental como práctica con las cuatro operaciones básicas con marcada ausencia en solución de problemas. El punto 4 toma aquí una vigencia innegable ya que solo el conocimiento científico, si bien no especializado al menos el necesario para entender el entorno en el que vivimos, es lo que permitirá un desarrollo social sostenido. Promover una cultura científica es vital para poder valorar decisiones que posteriormente permitan a la sociedad evitar situaciones como inundaciones, colapso de sistemas de alcantarillados, deterioro de la salud ambiental, situaciones de embotellamientos y otras que un ciudadano generalmente no contempla al adquirir una casa y a la postre lo que hace es contribuir a los problemas de crecimiento desorganizado de las ciudades. Teniendo una cultura científica adecuada a las necesidades de conocimiento del ciudadano común y corriente, además de entender que el conocimiento científico no es exclusivo de una élite privilegiada, permitirá que nuestras sociedades se desarrollen de mejor manera, más seguras y más sanas. |
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Es de suma importancia la difusión de una cultura de compromiso despojada de toda tendencia política, que posibilite desarrollar proyectos concretos de construcción y divulgación del conocimiento con participación de los ciudadanos y ciudadanas pues es necesario que poco a poco vayamos elevando nuestro nivel de educación sobre temas de interés regional y mundial. Por ejemplo sobre los riesgos catastróficos que trae con sigo el deterioro del medio ambiente, no basta solo con informar que va a suceder sino hacemos algo al respecto, es necesario tener un conocimiento más especifico a fin de cambiar muchas malas prácticas que forman parte de nuestra cultura, pero que son perjudiciales para nuestro planeta, esto por poner un ejemplo. |
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Considero importante la participación ciudadana y sobre todo de nuestros estudiantes con la asesoría de nosostros los docentes así como la clarificación de los conceptos científicos en términos acequibles para ellos y así no le huyan a involucrarse en su conocimiento. Y de esta manera fomentar una sociedad más responsable y gobernantes más comprometidos con el desarrollo social-científico. Cordialmente, Evelyn Mac Dowall R. |
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Crear espacios de apropiación de los conceptos 1. cultura científica, 2. cultura tecnológica y 3. cultura ambiental es un gran reto en la sociedad del conocimiento que debe involucrar sin lugar a dudas a las niñas, niños y los jóvenes y no solo como se menciona a población adulta. Si no logramos la inclusión de la niñez y los jóvenes, sería tanto como querer "Mesis" ( gran jugador), sin escuelas de formación y sin procesos. Son vitales que aparezcan en las politica publicas como participes de una cultura que se construye desde la cuna hasta la tumba, como decía Gabriel García Marquez. Por otro lado apoyo la genial idea de fortalecer el papel de los Museos Interactivos de ciencia y tecnología, como espacios para fortalecer la investigación. Estos espacios están relegados y viven de la "limosna" gubernamental. UN abrazo Vicente Benavides Casa de la Ciencia y el Juego |
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Me ha gustado la importancia que en esta línea le dan a la cultura ambiental y científica. Sería excelente que desde los organismos de ciencia y de cultura de nuestros países hubiera una estrecha relación para que se pudiera extender a la mayor parte de los ciudadanos la cultura científica. Tan sólo señalar que es muy importante que los conocimientos tradicionales de nuestros pueblos originarios ocupen un valor cultural que es muy importante y que se produzca una relación entre ellos y nuestros científicos para que puedan investigar costumbres ancestrales muy vinculadas con la conservación de la naturaleza. |
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Entendemos la cultura como una identidad en la que un individuo o grupo se expresa, crece, se desarrolla y converge en comunión con otros individuos o grupos de distinta conformación cultural; por lo tanto la cultura ha sido un elemento central en la construcción de nuestras naciones, lo que ha contribuido a la formación del sentimiento nacional. Por ello, es trascendental que vayan de la mano Educación e Identidad; es decir, la promoción de una cultura científica y tecnológica en armonía con el Medio Ambiente deberá tender los lazos para conformar un compromiso y atención hacia la naturaleza, el entorno, es decir, se establece una comunicación, armonía e identidad cultural, primordial para el desarrollo integral de las sociedades, ya que con su participación en proyectos de preservación y conservación del entorno se lograra crear una conciencia de respeto, de lo que se tiene, además de que se valore la cultura en general. Rescatando las aportaciones hechas en el foro me gustaría plasmar las siguientes reflexiones: • En primer lugar tenemos que: No hay una identidad en las comunidades, falta de interés de las personas para Por ello, para lograr y alcanzar ese bienestar, es primordial tomar en cuenta las siguientes necesidades: • Partir de un concepto de cultura con el que se trabajará y promoverla de adentro hacia afuera. |
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Considero a este foro un excelente ejemplo de congruencia. Gracias por el libro "Un proyecto cultural para la década de los Bicentenarios" y por este espacio. Saludos fraternos desde Mexico. Victor Hugo Martin S. |
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Es muy importante la propuesta que plantean desde la perspectiva de que todos tanto los gobiernos como los ciudadanos, somos responsables de lograr que la cultura preserve los valores que la han caracterizado, sea la sociedad de cualquiera de los paises iberoamericanos, que compartimos mas rasgos de los que podemos imaginar y a su vez se ajuste a la evolucion natural de la humanidad. El gobierno debe ampliar la participacion de los sectores sociales como ya lo hace y a su vez tomar en cuenta las propuestas que de ello surjan. Pareciera que la sociedad dia con dia ignora el entorno en el que vive, mas no es asi, en consecuencia, quienes resultamos beneficiados con todos los recursos naturales, sociales, econòmicos, culturales, somos la propia sociedad. Tal vez al ver polìticas pùblicas pertinentes esa participaciòn sea mas sòlida. |
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Estoy plenamente de acuerdo con el comentario de Roberto Díaz Tendero que mucho tiene que ver con el objetivo 1 "Desarrollar proyectos en los que participen de forma coordinada las diferentes administraciones públicas" La TRANSVERSALIDAD es una estrategia que hoy parece estar de moda pero que hemos de aplicar realmente a fin de IMPLICAR a todos los sectores.No sólo administraciones públicas, igualmente sector privado y, dentro de él, todos los de población. |
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Un proyecto cultural de un país , de una nación , no sólo depende de las políticas gubernametales, de los organismos públicos,o privados.Depende en gran medida de cada ciudadano y especialmente de las familias. Recupero esta idea de"familia" valor bastante depreciado hoy en día. En este momento del festejo de los Bicentenarios y en especial en la construcción de identidades, una propuesta es la particiapción de las familias,portadoras de sentido y promotoras de cultura. Considerando este rol protagónico de las familias es que resurge el rol de la escuela. La escuela debería promover el fortalecimiento de identidaes, en el seno de las familias de sus alumnos , para colaborar en la formación ciudadana y por ende en el fortalecimeinto de la cultura de una nación. |
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Me gustaría plantear una pregunta a los seguidores de este foro: ¿Es la cultura un espacio en que la participación de la sociedad esté siendo masiva? Tengo mis dudas, más bien mi respuesta es no. En educación la participación de los padres, de las comunidades está siendo promovida por muchas leyes educativas. En cambio en cultura eso no se produce. Resulta paradójico que en educación la acción este muy dirigida (leyes, currriculum, ..) y tenga elementos de participación, perfectibles pero fomentados, y en cambio en cultura, en la que todos/as tenemos nuestro papel y es el espacio máximo de la creatividad del ser humano esto no ocurra. Me parece esencial que la cultura sea el espacio más participativo, como actor y como espectador, de todas las obras humanas. Un reto que Iberoamérica debe lograr. |
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Buenas tardes. Considero que el articulo nos da la base para incursionar en el aspecto cultural y el respeto a los derechos humanos. Mi comentario lo deseo fundamentar con lo siguiente: la educación debe jugar un papel clave, para que los niños y jóvenes tengan la posibilidad de conocer bien el grupo etnico a que pertenecen y los aportes que tuvieron sus antepasados en la construcción de la historia de los paises. Presento este aspecto ya que lo considero una debilidad de los sistemas educativos, que si no se ataca la generación del 2021 conocerá muy poca de su historia, ese tema no esta incluido en los planes de estudio, hay pocos docentes que lo integran y explican a veces información incorrecta. En el caso de los afrodescendientes vemos que muchos continuan viviendo en la pobreza porque tienen muy baja autoestima y que sus comunidades carecen de proyectos que los ayuden a mejorar su calidad de vida. |
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Pienso que la propuesta debe ir más allá de mejorar el acceso a la cultura, sino que además debe promover la participación a través de modelos y estrategias de animación que permitan a comunidades y colectivos involucrados en la gestión cultural construir sus propias estrategias de gestión, llámense estas grupos de teatro, creación artística, museos y grupos musicales por citar algunos. |
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Me gustaría iniciar mi participación en el foro felicitando a los organizadores del mismo. Considero que es un privilegio poder participar en un espacio como este en el que puedan participar los interesados en promover el debate sobre un tema tan serio como la cultura. |
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Hoy es el día de la Biodiveridad o Diversidad natural y ayer era el día de Diversidad Cultural. He visto que la línea de acción 7 es: 7. Promover espacios de trabajo y reflexión conjuntos entre las administraciones públicas iberoamericanas responsables de la cultura y del medio ambiente, para emprender acciones que refuercen la cultura de la sustentabilidad y la promoción y defensa de la diversidad cultural y natural. En primer lugar me agrada que se hayan unido ambas líneas, sobre todo por el enorme potencial que ambas diversidades tienen en América Latina. Son dos riquezas que se debe cuidar. Lo único que sería deseable es que la línea no deje de lado a las organziaciones ciudadanas como actores importantes en el cuidado de la biovidersidad y, con más razón aún, en la diversidad cultural. Gracias por el espacio |
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Compartir la cultura una necesidad esencial un mundo globalizado donde muchas veces por propio avance de los mismos las culturas ancestrales van perdiendose sin haber siquiera entendido su esencia misma. Aqui en Perú legados incas, parte de nuestra cultura fueron dañados por "turistas" que actuaron sin ningun respeto a la misma haciendo inscripciones con pintura sobre la piedra y dañando su estado natural. |
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Aunque no sea motivo directo del foro que actualmente nos ocupa queremos señalar la importancia que tiene en nuestra región la diversidad cultural cuya celebración internacional se celebra en el día de hoy. No queremos dejar pasar el día sin recordar algunos puntos que la Carta Cultural Iberoamericana señala: Fundamentos ... Teniendo en cuenta los principios enunciados en la Declaración de la I Cumbre Iberoamericana, celebrada en Guadalajara (México, 1991), y convencidos de que “representamos un vasto conjunto de naciones que comparten raíces y el rico patrimonio de una cultura fundada en la suma de pueblos, sangres y credos diversos”, y de que nuestro “propósito de convergencia se sustenta no sólo en un acervo cultural común sino, asimismo, en la riqueza de nuestros orígenes y de su expresión plural”; Reafirmando la importancia de los instrumentos adoptados y de las acciones emprendidas en el ámbito de la cultura con vistas a su fortalecimiento y a la ampliación del intercambio cultural, por parte de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) en materia de cultura y, concretamente, de los principios enunciados en la “Declaración sobre la Diversidad Cultural” (2001) y en la “Convención sobre la Protección y Promoción de la Diversidad de las Expresiones Culturales” aprobada en la ciudad de París (2005), durante la XXXIII Conferencia General de la UNESCO, en especial sus artículos 12, 13 y 14; ... Reconociendo que la cultura iberoamericana es diversa, plural, universalmente difundida y que representa una singular expresión de los pueblos y está dotada de una gran riqueza cultural, una de cuyas manifestaciones más significativas son las lenguas y sus transformaciones producto de una multiplicidad de aportes interculturales; Convencidos de que la dignificación de los pueblos indígenas supone la recuperación y preservación de sus lenguas como factor de fortalecimiento de sus identidades; ... Fines ... promover y proteger la diversidad cultural que es origen y fundamento de la cultura iberoamericana, así como la multiplicidad de identidades, lenguas y tradiciones que la conforman y enriquecen; ... IV. ESPACIO CULTURAL IBEROAMERICANO Iberoamérica es un espacio cultural dinámico y singular; en él se reconoce una notable profundidad histórica, una pluralidad de orígenes y variadas manifestaciones. La consolidación de un espacio iberoamericano que reconoce la multiplicidad de matices, conlleva voces que dialogan con otras culturas. Es necesario fortalecer las estructuras regionales de cooperación con la finalidad de crear mejores condiciones para la inserción de Iberoamérica en el escenario global. En este marco se promoverán las afirmaciones, ideas y valores consagrados en la presente Carta Cultural como líneas rectoras en la construcción de un espacio cultural iberoamericano. Os invitamos a leer y difundir la Carta en vuestro idioma |
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Buenas noches,me parece excelente que se lo tome a la cultura de manera sistémica, es decir como un conjunto de partes que se pueden unir y relacionar.La cultura no es patrimonio de un solo sector,ni tampoco es homogénea; es la manifestación de todos; este el punto de partida que tenemos que tener presente. |
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Hola Buenos días: La gente tiene necesidad de expresar sus puntos de vista, su manera de ver las cosas, hace falta abrir esos espacios para que los mas desfavorecidos puedan tener acceso a todas esas cosas que son indispensables para que el mundo mejor, que la gente se mejor, que cambien su forma y modo de vivir, que sean más libres y eso solo se logra con educación y cultura, hace falta que los políticos y los ricos dejen esos papeles a la gente humilde, ellos si tienen sensibilidad y creatividad, los de arriba son oportunistas, solo esperan que las ideas salgan de ahí y ellos las toman y las llevan a cabo, con el poder económico y político que tiene y lo peor del caso |
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Contactar con el autor: dulcesn646@hotmail.com | ||
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Me gustan mucho las intervenciones que van hasta el momento. Hago específicamente tres comentarios: Espero sus comentarios y seguimos en contacto. |
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Contactar con el autor: carlejo97@gmail.com | ||
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Si bien es cierto que el desarrollo cultural de un colectivo humano no es únicamente responsabilidad de los gobernantes de turno, sin embargo cabe puntualizar que las normativas y parámetros de comportamiento social en pro de tal o cual decisión, se ven abocadas a la influencia directa e indirecta de los mismos gobernantes. Mi país se ve condicionado por la jerarquía gubernamental actual si el desarrollo cultural no coincide con los objetivos propuestos por la línea gubernamental. La no tolerancia y prepotencia a lo que significa "no estar de acuerdo", limita potencialmente a los actores sociales proyectar su bagaje al difundir un acervo cultural muy rico históricamente y con proyección al futuro. |
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Buenas Tardes:-Desde hace varios años, en la escuela secundaria, en la que trabajo,desarrollamos y llevamos adelante un Proyecto Institucional,sobre la Preservación, cuidado y defensa del Patrimonio,arquitectónico y cultural de Pueblo Liebig.(Localidad, de la provincia de Entre Rios,) Nuestros objetivos es que los jovenes reconozcan y valoren laimportancia de Reconocer y de descubrir la cultural del lugar donde viven, de manera que descubran su IDENTIDAD. Luego,de que termine de leer todos los articulos,vuelvo y compartimos este espacio. |
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Contactar con el autor: marta_udrizard@yahoo.com.ar | ||
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El hombre ha producido cultura desde los albores de la humanidad, de modo que hoy también lo hacemos en base a nuestros usos y costumbres, que cuando hablamos de cultura pareciera que estamos hablando de "otros", sin embargo poco somos los que transitamos en el fabuloso mundo de nuestra cultura, y vamos creciendo en ella con respeto y tolerancia. Conceptuado así la historia no es otra cosa que una caja de herramientas, para sacar de ella todo lo necesario y seguir construyendo cultura, por lo tanto el esfuerzo por compartir conocimiento siempre será un apostolado de servicio a los demás. Todo este proceso debiera partir por reconocernos en medio de la diversidad y propender a integrar objetivos comunes en proyectos compartidos. Saludo y felicito la labor de crear espacios de comunión más que de comunicación. Ulises Larrea |
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Aunque sigo leyendo el libro con la propuesta global de desarrollo de la Carta Cultural Iberoamericana y quisiera ir interveniendo en los distintos foros una vez que haya terminado de leer quiero decir dos pequeños apuntes que me parecen de justicia resaltar. En primer lugar que la OEI nos haya pedido, y ofrecido, un espacio para poder comunciar nuestras ideas, opiniones y anhelos para nuestra región. Tuve el placer de seguir la participación que hizo la OEI en torno a las Metas Educativas 2021 y realmente me gustó ver muchas y variadas participaciones desde muchos de nuestros países. En segundo lugar que exista un programa, que creo que es mejorable, que proponga la ampliación de la participación de la sociedad en la acción cultural. Instalaciones, eventos como conciertos o exposiciones, muchas veces se hacen para unas minorías que tienen acceso a mucha oferta cultural. Incluso se hace con dineros públicos. Es cierto que hay acciones que no pueden hacerse en espacios abiertos y que hay que reducir la participación. Pero incluso en esos casos se debe hacer un esfuerzo para que los niños y los jóvenes y, no olvidar, los mayores, tengan muchas facilidades de acceso. Vivo en una ciudad mediada y aquí llega poco de la oferta cultural. Por ello usar las nuevas tecnologías para que podamos acceder me parece una iniciativa que debe existir en todo gran evento cultural hecho desde las administraciones públicas. Dotar de infraestructuras tecnológicas a todos los países para que estén a disposición de los organizadores haría esto viable. |
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Se hace más que necesario, que exista más voluntad política de parte de los gobiernos en incentivar la participación de la sociedad civil en todos los ámbitos de actuación en la sociedad. En en campo cultural, para que exista más apropiación de las políticas culturales, hay que existir un espacio de participación ciudadana, para la discusión, creación, producción y financiación de proyectos culturales, donde la iniciativa viene, principalmente, de la sociedad civil, del pueblo. La cultura es, entre muchas cosas, un retrato de la sociedad en que está inserida. Así, la base para las creación políticas culturales, debe venir de dentro para afuera y no al revés. |
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La participación de la sociedad en el hecho cultural se produce en muchas ocasiones al margen de las políticas culturales y en muchos casos modifican las señas de estas políticas a posteriori. Movimientos de creadores independientes e iniciativas ciudadanas alrededor de la cultura que tienen finalmente un efecto directo o indirecto en la economia cultural, si se puede llamar así. Conocerlas y etenderlas, tener la capacidad de detectarlas para promoverlas y apoyarlas me parece importante. El año pasado tuve la posibilidad de conocer la propuesta de FORA DO EIXO, una iniciativa nacida en el sector de la música que en Brasil ha tenido un éxito formidable, pero su receta es muy simple, surge como una forma de autogestión que intenta superar las dificultades del mercado musical con un modelo basado en el intercambio, e trueque, etc. |
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Estimad@s, pido mis diculpas...algo paso con el link, ahora si espero se visualice el trabajo de la Red de Museos Escolares. Mis saludos para todos quienes gustan de visitar Museos o son profesionales del área de la museología http://www.ciencias.uach.cl/noticia.php?codigo=12226 http://museosescolares.blogspot.com/ |
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Me interpreta muy bien esto de que la Cultura no es una tarea exclusiva de los responsables políticos de este ámbito pero, sería menos desgastador para quienes realizamos esfuerzos por mantener VIVA a nuestras Culturas, a nuestros Patrimonio Vivientes, etc., et.. que las autoridades que en defintiva tienen "el poder", se hicieran asesorar por los y las profesionales que tienen las competencias. Me he permitido compartir esta noticia tan pertinente a la puesta en valor del patrimonio cultural, patrimonio natural, patrimonio histórico, que se esta generando con la gestación de estos dos museos escolares.Los mejores aliados para que esto resulte tienen nombre y apellido: Profesora Lita Vega, Profesor Miguel Hernández, que han compartido todo su conocimiento del Patrimonio Cultural de la Comuna de Corral, profesores que nos relataron sus travesías a caballo para llegar a enseñar a los niños y niñas de las comunidades del borde costero, que asistieron motivados a los Talleres de Museología, después de sus jornadas de trabajo y que permitó una retroalimentación de conocimientos...ahora la tarea es que las autoridades valoren este trabajo y esfuerzo, para que el museo escolar cumpla uno de sus objetivos que permita al estudiante "Conectarse con su entorno". http://noticias.uach.cl/principal.php?pag=noticia- |
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Al excelente documento elaborado aquí y con el ánimo de sumar elementos para el debate, sugiero la lectura del Informe Mundial sobre la Diversidad Cultural, elaborado por la UNESCO: A los desarrollos de una cultura científica iberoamericana, se le hace imprescindible el esfuerzo de contextualización global y las necesarias referencias a las realidades culturales locales y regionales que la integran desde la pluriesencia de la diversidad cultural en general. El gran desafió de la ciencia en esta nueva era, es el de articular en sentido positivo, los resultados del saber racional y lógico, y de las investigaciones que los posibilitan, su necesaria articulación dialógica con las formas culturales preexistentes, cuidando de no transformar conocimientos en uniformidad, sino realizando el esfuerzo necesario de adaptar saberes respetando las dinámicas culturales de cada región y grupo humano, para que seamos individuos en medio de un universo diverso. Individualidad y globalidad en equilibrios dinámicos que no impongan visiones, sino que busquen lo que de común tienen saber y cultura.- |
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Contactar con el autor: elcyberduende@yahoo.com.ar | ||
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Es sumamente importante comprender que es necesario crear programas encaminados a promover la cultura científica, el uso apropiado de las tecnologías y la protección de nuestro medio ambiente natural. |
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Hola. La cultura de un pueblo se construye a partir de las acciones de sus integrantes a partir de distintas dimenciones y una de ellas es la científica y tecnológica que permitirá desde esa construcción poder valorar y cuidar el medio ambiente el que nos brindará mejor calidad de vida en el hoy y en el futuro,entonces si queremos que la cultura aumente debemos trabajar absolutamente, desde todos los sectores, ya que no es una tarea exclusiva de ningún sector... |
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Hoy es el día de Internet y que mejor añadido que hacer programas que den acceso y, muy importante, participación, a l@s iberoamerican@s Apoyo a los mayores, apoyo a las minorías, programas que verbalicen la web, que reconozcan la voz, ... Todo aquello que represente posibilidades de acceso al conocimiento, a las culturas y que permitan que sea más valorado la riqueza que da la diversidad. |
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Creo que junto a la percepción pública de la ciencia se debe tratar de seguir la percepción la ciudadanía respecto al medio ambiente. Medirlo significara actuar para que sea parte integrante del bienestar personal y social. |
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Contactar con el autor: Jsantosc@hotmail.com | ||
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Este esfuerzo que se hace por generar este debate, visibilizando el legado que hemos recibido de nuestros pueblos originarios, lleva a reflexionar como debemos desplegar toda nuestra creatividad para que nuestras generaciones que nos preceden puedan disfrutar de la riqueza de nuestras culturas |
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Contactar con el autor: matecesi@gmail.com | ||
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Creo que es necesario que las polìticas públicas deben tratar siempre para lograr un bien común, pero es poco el interès de la mayorìa de las personas para prepararse y participar, en mi localidad si es cierto que los sectores se hallan divididos respecto a que ciertas empresas mineras entren a funcionar es porque se carece de una información técnica de lo que se tiene y como poder aprovecar los recursos con proyectos que sean integrales y sustentables para la vida y salud de la población. En muchos casos son ciertos sectores los que participan pero sin el debido sustento de la información, carecemos del interès por tener una amplia información sobre lo que nos interesa y va a beneficiar a las futuras generaciones. Desde mi punto de vista hay mucho conformismo y hace falta sacudirnos del marasmo que reina en la gran mayorìa de personas adultas. Creo que si trabajamos desde diversos frentes : ONG, medios de comunicación, profesionales y ciudadanía podemos revertir hacia algo positivo. Creo que está en nuestra decisión |
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Contactar con el autor: malena_vizcarra@yahoo.com | ||
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Hola: ¿Será posible coordinar las políticas públicas con los esfuerzos por fomentar la cultura en las naciones, ante todo en las que estan en vias de desarrollo? La sociedad debe entrar en acción y ser participativa en la difusión de la cultura ya que esta no sólo se ocupa de círculos selectos, sino que debe ampliar su radio de acción, de lleno en todos los ámbitos. Con frecuencia se nota más cerrado el acceso a ciertos eventos, y en gran medida debido al nivcel educativo de las personas, pero qué se hace al respecto. Al parecer nada o muy poco, ya que las cuestiones tecnológicas se supone acercarían más a las personas no importando el contexto, por lo menos en mi país no ocurre así ya que los servicios y los aparatos tecnológicamnete más avanzados tienden a ser muy costosos y en sociedades con crisis económicas fuertes debido a la desigualdad de oportunidades, de trabajo y desarrollo académico, se agudiza más la cuestión de la comunicación. Se ha tratado de llevar la cultura por diferentes programas públicos pero estos no son coordinados, es decir, las secciones políticas difieren, no existe una correcta coordinación entre las regiones que participarán, las líneas de acción no son claras, o simplemente los programas estan mal hechos y por ende no son muy atractivos. Los gobernantes, clases políticas y la sociedad en general deben de llegar a acuerdos que florezcan en situaciones favorables para todos. Cita así en la página 10 el documento que no ofrecen en este foro "Hemos de aspirar a la felicidad y al buen vivir de todos los seres humanos, fundamento último de la ética griega y también de la cosmovisión de los pueblos originarios de Latinoamérica.", la cuestión sería ¿Cómo lo lograron en aquel entonces?, creo que fue por mejora general, muy a pesar de lo marcado que era el estatus social en aquellas épocas, había comunicación, exigencia y se cumplía con la voz del pueblo. La cultura científica tiene un papel determinante en le desarrollo de la sociedad, es el sector que aporta las nuevas tendencias, ¿por qué no aprovecharlo mejor? ¿cómo hacer para que todos hablemos de lo mismo? La manera de educar es fundamental y debemos de replantear muchas cosas, a nivel local y global. Gracias Carlos Mayorga V. |
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La cultura, como expresión visible de las identidades de grupos sociales y naciones y de la internalización de formas en los aprendisajes individuales, merece esfuerzos para sus fortalecimientos, toda ves que las propias dinámicas globales tienden a uniformar e imponer miradas superficiales de las cuestiones culturales y territoriales, imponiendo visiones y productos desde lo macro. |
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Me parece una excelente oportunidad para poder participar esta nueva iniciativa de la OEI. Siempre he pensado que la cultura es algo transversal a todo lo que hacemos y que va a ser muy interesante lo que aqui podamos aportar desde distintas culturas, estados, ... La riqueza de aportes que podremos ver es algo que me interesa mucho. En esta primera aproximación, estoy leyendo el documento de trabajo, quiero resaltar el que se considere que la cultura científica es una necesidad para ser ciudadanos libres y responsables. Un saludo |
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